“Pintar y dibujar es una forma de pensar, y pensar es la posibilidad de construir una realidad diferente”
Una entrevista a la artista visual cochabambina Alejandra Alarcón, que en febrero ganó la beca de la Fundación Pollock-Krasner.
“Volver a los fluidos es también político, porque los fluidos no nos pertenecen”, afirmaba Alejandra Alarcón, en una primera entrevista cuando exponía “Los libros de la sangre y de la leche”. Esta muestra abordaba los desafíos de la maternidad y la sexualidad de la mujeres que luchan por recuperar su cuerpos, su sangre, su leche y su autodeterminación en un sistema que la ha encasillado. La obra fue expuesta el 2019 en el Centro Simón I Patiño y a finales del mismo año con “Los libros de la leche” ganó la convocatoria de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia correspondiente a la cuarta versión del programa editorial “Letras e Imágenes de Nuevo Tiempo”, en la que publicaron las obras ganadoras en formato impreso.
Este año, Alejandra ha sido ganadora de la beca de la Fundación Pollock-Krasner de Nueva York. La Ramona pudo conversar con esta destacada y desafiante artista visual cochabambina.
Ahora estoy trabajando en eso, avanzando en el “Libro de las lágrimas” y continuando el de la Sangre.
La trilogía de tu obra son “Los libros de la sangre, de la leche y de las lágrimas”. Ya sabemos más o menos de qué van los primeros dos. ¿De qué trata el tercero?
En el libro de las lágrimas, que es la tercera parte de la trilogía, me interesa trabajar la identidad en relación al otro, a la pareja, a los extraños equilibrios a los que nos sometemos para poder ser dos.
Otro tema que estoy trabajando en la serie, es sobre la ilusión y el dolor, cómo en el amor no vemos y solo proyectamos lo que queremos ver. La separación como un despertar para poder ver de verdad. O también el amor como ficción que ante la muerte nos permite seguir vivos.
Estoy trabajando sobre todas las situaciones en las que estamos suspendidos en un beso siendo una entidad, sin poder vernos la cara, sin poder incorporar al otro. El amor como ilusión y ficción (de oro). El amor como un “tú serás” (lo que yo quiero o lo que yo espero), con el no “final feliz” de la realidad.
En esta tercera parte de la Trilogía, el fluido lágrimas y su relación con la identidad no es estrictamente femenino como en la de la Sangre, que hablaba de la virginidad, del aborto, de la menstruación, de perder un bebé. O en el de la leche, que era la materna femenina. En esta quise no asociar las lágrimas a lo femenino.
¿Cómo es tu proceso creativo? Me da la impresión de que es muy íntimo, eres tú cuestionándote y contándonos distintas etapas de ser mujer de una manera cruda. Imagino que no es muy sencillo y requiere tiempo.
En mi proceso creativo están siempre primero las imágenes. Son como antojos, o una necesidad de que exista. A veces la encuentro, viendo otras imágenes, en la red, en películas, en la realidad. Recién sé qué es la que estaba buscando cuando la encuentro. Al principio tengo que confiar en que es por ahí, es muy intuitivo, y hay que confiar porque en esta parte no tiene explicación. Luego está el proceso de materializarla, si es un dibujo, acuarela, video, objeto. Cuando se materializa se ajusta o negocia con el material, a veces haces el dibujo como lo imaginas, y ocurren accidentes, (con las manchas) o no puedes resolver algo, o en la composición, todo esto es parte, porque nuevamente encuentras nuevas cosas en el proceso, cuando la imagen está realizada, recién viene la parte más racional o conceptual, veo con otros ojos que está ahí, cuales son las relaciones, entre los elementos, sensaciones, ideas y recién empiezo a verbalizar y conceptualizar, como trabajo varios dibujos al mismo tiempo y van teniendo su desarrollo, hay una línea de pensamiento. En esta parte conceptual la búsqueda tiene un diálogo con lo que voy leyendo, de teoría sociológica, filosófica, psicológica o literatura, entonces cada nueva búsqueda es más delimitada.
En algunas series me pasa que van surgiendo figuras arquetípicas. En estas me ayuda mucho trabajar con mitos, para decodificarlos, cambiarlos y hacer una nueva relectura.
En todo este hay un proceso hay una búsqueda introspectiva (no necesariamente anecdótica). Son preguntas que me hago y/u observo en las otras personas. Por ejemplo, la relación hija madre que trabaje con Blancanieves y la Madrastra. O el inicio de la sexualidad, con Caperucita. El Olor del clan para entender mi pertenencia a un clan o familia, para ahondar en los autoexilios, en la sanidad o enfermedad de pertenecer. En el Libro de la leche explore la maternidad, y el nacimiento de una nueva identidad. En el libro de la sangre, la fertilidad, que ahora es útero y decide.
Cada serie ha ido respondiendo a momento de la vida donde al crear las imágenes podía ir respondiéndome, o explorando la complejidad, de lo humano, cómo no hay totalidades, cómo pueden coexistir en una misma situación sentimientos opuestos, y así es.
Estamos viviendo una rearticulación del movimiento feminista en toda Latinoamérica. ¿Cómo influye en tu creación?
Sí, influye de manera determinante. Creo que es el momento de cuestionarse todo el tiempo desde donde hacemos nuestros postulados políticos, ideológicos, ontológicos.
Esta resignificación que hago con los mitos y arquetipos es un intento de construir una nueva memoria histórica sobre símbolos que han sido construidos desde la cultura occidental patriarcal. Creo que es el momento de hacer todo este trabajo, en el arte, en el discurso y en la vida cotidiana.
Por otro lado, pienso que el feminismo ha puesto en discusión temas que ponen en evidencia un sistema de poder que oprime a todos los géneros. Siento que debe ser entendido como poder y no como algo entre lo femenino y lo masculino.
Las mujeres también pueden estar en función a este poder. Pienso que pedir la igualdad no es el camino, porque es un sistema que oprime a ambos, es necesario destruir este sistema.
No estoy de acuerdo con el feminismo que propone no vincular a los hombres en este proceso de cambiar el sistema, no concuerdo con excluirlos. Pero, bueno, esa es una discusión dentro el mismo feminismo. Pero no debemos perder de vista que la lucha es contra un sistema de poder y una cultura, que nos necesita a todxs involucrados.
Ahora, lo desafiante es que los sistemas de poder tienen una forma de instrumentalizar los discursos que los cuestionan y hacerlos propios, vaciarlos de sentido, de volverlos un lugar políticamente correcto, de hacerlos una moda y una marca. Solo espero que los movimientos feministas no pierdan su fuerza crítica, y cuestionadora, para así poder articular un discurso de cambio real.
- ¿Cómo ha sido la postulación y qué tipo beca has ganado este año?
Me acaban de dar la beca de la Fundación Pollock-Krasner. Para postular tienes que haber trabajado en el arte profesionalmente durante un periodo de tiempo significativo, un mérito artístico reconocible y una necesidad financiera. Se puede postular a través de su página web. Pueden postular artistas de todos los países.
La fundación fue creada con legado que dejó la pintora Lee Krasner, viuda del pintor norteamericano Jackson Pollock y una de las pioneras del impresionismo abstracto. Cada año concede alrededor de 86 becas, para artistas de todo el mundo.
Esta beca me permitirá continuar con mi trabajo de investigación, creación y experimentación durante un año.
- ¿Qué sugerencias tienes para las nuevas generaciones de acuarelistas en Bolivia?
Que pinten mucho. Pintar y dibujar es una forma de pensar, y pensar es la posibilidad de construir una realidad diferente.
Comunicadora – idaguita@gmail.com
Más información de Alejandra Alarcón:
http://caperucitalamasroja.blogspot.com/
http://www.alejandra-alarcon.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario