Hay que destruir todo
Conversación entre Paola Senseve T. y Alejandra Alarcón R.
La parte I de esta entrevista comenzó de manera formal. Le envié las siguientes preguntas a Alejandra por medio de inbox en el Facebook.
¿Qué tanto recuerdas de tu niñez?, ¿eres de esas personas que tienen vivos recuerdos de esa época?, ¿o tu memoria se ha ido construyendo de a poco?
Sí, creo que si tengo vivos recuerdos de esa época, pero también creo que la memoria es algo que se construye cada día, al final también es ficción, uno se reinventa cada vez al contarse, uno se ve a uno mismo de distintas formas en el tiempo, seguramente que a los 20 conté mi niñez de una forma diferente a como la cuento ahora. Lo que uno recuerda y como lo cuenta tiene que ver, creo, con como uno quiere verse, más que con como haya sido realmente. Y eso es algo que se actualiza cada vez.
Cuando eras niña, ¿con qué jugabas? (según lo que recuerdes o lo que te hayan contado)
Jugaba con mi muñeca, era negrita, (mi mamá me compró una para que no sea racista), pero yo prefería jugar con las rubias, entonces cuando iba a las casas de mis amigas, aprovechaba de peinar largas cabelleras rubias. A mi hija negrita también la quería, porque era mi hija (la tenía que querer), pero no se la podía peinar, porque tenía cabello muy crespo. También tenía unos peluches, con esos no podía dormir, no me gustaba su piel peluda, pensaba que en la noche se podían volver lobos. A parte de la negrita tenía otras muñecas (esas no tenían nombre a diferencia de la negrita que se llamaba Teresa), a las cuales prometía cada noche que iban a dormir conmigo “mañana”, y claro, cada noche me sentía muy culpable por no poder distribuir mi amor materno justamente y por mentir, porque sabía que no dormiría a con ellas nunca, solo con la negrita. Jugaba con las cosas típicas de los niños, cosas de cocinar (que me encantaba), con Playmovil, con Barbies a la que le hacía arreglos como cortarles el cabello o pintarles lunares (que les faltaban) y lo que más recuerdo es haber jugado mucho con mis hermanos…
¿Conservas algunos juguetes de tu infancia? ¿Cuáles?
Creo que no, o sólo una muñeca que hice yo, lo demás se lo regale a mi hermanita.
¿Hiciste una muñeca?, ¿cuántos años tenías?, ¿cómo es la muñeca?
Sí, hice una como a los 8, y después otra más grande no me acuerdo a qué edad. La primera era de una tela de algodón (tokuyo), era pequeñita, como de unos 15 cm. Y la otra la que hice después era de una tela rosada, a esa mi mamá le bordó los ojos.
¿Crees que tu niñez, tus juegos, tus muñecas, lo que recuerdas y has construido; tienen que ver con tu arte y su temática?
Creo que sí y que no, pero en el sentido de que todo puede haber influido, no solo los juegos o muñecas, todo tiene que ver, no necesariamente la niñez.
Muy personalmente. Cuando veo tus acuarelas te relaciono con la Lolita de Nabokov, una niña con un monstruo dentro y Lolita es una niña que está muy conciente de esa "maldad" de ese lado oscuro, pero no deja de jugar y de comportarse como niña. ¿Qué dices de eso?
Respeto tu lectura de Nabokov, como también la percepción que tienes de las acuarelas, pero no coincido contigo en ninguna. Hay una tendencia en el espectador de ver al artista personificado en su obra, pero no es del todo real, en mi obra hay un pensamiento respecto a un tema, una lectura entre tantas. Es una relectura de lo femenino, una deconstrucción de los cuentos infantiles. El cuerpo de una niña-adolescente, tiene un poder de seducción que ella misma, en un principio, no sabe como habitar. No creo que tenga “una maldad”, los cuentos infantiles tratan de normar este cuerpo que aun es más naturaleza que razón. Mi trabajo tiene que ver con esta moral, que muchas veces condena un habitar más natural, ctónico, dionisiaco, del cuerpo, en pro de una moral más domesticadora, civilizadora.
Respeto tu lectura de Nabokov, como también la percepción que tienes de las acuarelas, pero no coincido contigo en ninguna. Hay una tendencia en el espectador de ver al artista personificado en su obra, pero no es del todo real, en mi obra hay un pensamiento respecto a un tema, una lectura entre tantas. Es una relectura de lo femenino, una deconstrucción de los cuentos infantiles. El cuerpo de una niña-adolescente, tiene un poder de seducción que ella misma, en un principio, no sabe como habitar. No creo que tenga “una maldad”, los cuentos infantiles tratan de normar este cuerpo que aun es más naturaleza que razón. Mi trabajo tiene que ver con esta moral, que muchas veces condena un habitar más natural, ctónico, dionisiaco, del cuerpo, en pro de una moral más domesticadora, civilizadora.
A lo largo de tu carrera artística, desde los comienzos, ¿qué conceptos, símbolos o temáticas no has abandonado? o ¿tus intereses y fijaciones artísticas han sido siempre diversas?
Creo que soy como pluri-monotemática, es lo mismo que vuelve de una y otra forma, pero alrededor de algunas cuantas temáticas que siempre son las mismas, depende por donde entre siempre termina como conectándose, o ampliándose, es como una gran red, que se interconecta. En la primera serie que trabajé Yocasta, Yo casta, yo castro, me interesaba trabajar sobre lo materno como un rol castrador, devorador pero a la vez nutricio. Después de estos trabajos inicié otra serie con niñas en su rol materno sin tener aún el cuerpo para ello; en estas piezas exploraba la maternidad como algo aprendido pero también como un cuerpo y una naturaleza en palpitación. Y ahí viene Caperucita la Más roja, donde comienzo a trabajar más seriamente con el imaginario colectivo de los cuentos infantiles. En la serie del Olor del Clan trabajé sobre las relaciones humanas y sus ritos de pertenecía, sobre la familia, sobre el destino que esta tiene para nosotros. En Amorte me interesaban las relaciones de pareja, la promesa de amor, como una condena, el amor sostenido a costa de partes muertas. Es a lo largo de todas las series (Yocasta, Caperucita la más roja, El Olor del Clan, Amorte, Cindirella Ending) que hubo siempre búsquedas que cruzaban todo; es decir: el cuerpo, la identidad, los fluidos, el otro, las relaciones de poder, la animalidad, la naturaleza, lo femenino, la violencia, las relaciones humanas, la maternidad, las relaciones de victima victimario, lo ctónico…
¿Te gusta provocar?
¿Te gusta provocar?
Mmm, no sé. Creo que no. Me gusta que algo pase. No sé si sea provocar la palabra, quizás me interesa más que se produzca un pensamiento, un sentimiento, una complicidad callada.
II
En esta parte II, hay un breaking point. Mis siguientes tres preguntas nos llevaron por otro camino; las preguntas y el tiempo que pasaba entre la formulación de estas y su correspondiente respuesta, a veces días después. Entonces, Alejandra, antes de contestarme, me escribió contándome sus inquietudes. De repente la entrevista dejó de ser entrevista y se convirtió en una conversación separada por los mismos intervalos de tiempo.
Paola querida, he escrito y borrado muchas veces estas últimas preguntas que me has mandado, mucho que decir, y a la vez muy polémico, al final he decidido poner algo muy sucinto. Esto es algo extra entre tú y yo, me da curiosidad: ¿por qué las preguntas? tú lees en mi obra alguna postura feminista, ¿cuál?, ¿por qué? (jaja, ya sé, no se vale que yo haga preguntas) pero es que de verdad, me da curiosidad, es un tema recurrente en las entrevistas. Siento que en mi trabajo podría haber, más bien, una postura que critica el feminismo de los 70s. .. Pero claro esa es mi percepción…
Ale, ¿eres feministas?
Creo que no.
¿Por qué?
No me considero feminista. No me gusta encajonarme en ningún “ismo”. Simpatizo con algunas ideas que plantea el post feminismo.
¿Tu arte tiene algún compromiso?, ¿cuál?
Un compromiso conmigo.
Ale, voy a confesarte que sabía que ibas a tener un poco de conflictos con estas preguntas, por lo que vi en tu entrevista en el programa cultural El Escaparate; pero te explico por qué te las formulé. El tema de género, es mi interés principal este tema al hacer las entrevistas, a Rodrigo Bellott también se lo pregunté. No es mi intención hacer polémica, para nada, es comprender por qué "feminismo" es una palabra que crea rechazo; si es que sucede este fenómeno o no. Quiero saber cómo los artistas o las personas que generan conciencia crítica y conocimiento, perciben el feminismo y qué tanto les importa y qué tanto no les atañe la cuestión de género. Pero de ninguna manera mi intención es emitir algún juicio de valor sobre las respuestas de cada uno; es simplemente investigar.
Con respecto a tus preguntas, que por cierto me encantan y me gustaría ponerlas en la entrevista, si me das permiso, (en estas entrevistas se vale todo)...
Sí, leo tu obra desde el feminismo, pero ahí está el gran problema que planteo y es, básicamente lo que me interesa. Has hablado de tres feminismos: el feminismo de los 70, el feminismo digamos "general" y el post feminismo. Ahora, ¿de qué hablamos todos cuando hablamos de feminismo? Tú dices que criticas uno, pero que simpatizas con el otro. Quizá yo leo tu obra desde mi propio concepto de feminismo, y quizá si lo conversamos, estamos plenamente de acuerdo en nuestras acepciones. Ahora, tal vez sientes que no estás logrando tu intención, es por las mismas razones que yo te estoy haciendo esta entrevista. De todos modos, creo que para el arte, esto es secundario, que tú arte y mí literatura, digamos, no son feministas, simplemente son arte y literatura; y que lo que vaya a generar en quien consuma lo que producimos es otra cosa. En todo caso lo que me interesa es tu postura personal, por eso me encanta tu respuesta a la pregunta – Por que no eres feminista.
Paola querida, encontré algo que quiero compartirte: son citas de un texto que encontré en donde creo se aclaran temas que estamos tocando: te los copio y te paso también el link de la fuente, (las siguientes citas son las que creo explican bien lo que también creo).
“El debate feminismo/postfeminismo, la crítica feminista a la pornografía, la reivindicación de una identidad fija o la aceptación de una identidad múltiple y ficcional, la sexualidad y lo transgenérico, el cyberfeminismo; han sido las cuestiones claves que han despertado una mayor polémica. En último término, el reto parece el de cómo abordar el feminismo en el horizonte supuestamente igualitario del siglo XXI.”
“En el foro se pone de manifiesto la polaridad esencial del debate actual: por una parte, desencanto con la rigidez del dogma feminista tradicional; por otra, reticencia a definir el feminismo como un movimiento en fase "post".”
“Cansancio del feminismo, o más bien del estereotipo de lo que significa ser feminista, pero al mismo tiempo temor ante la posibilidad de que el postfeminimo se entienda como el fin del feminismo, el punto muerto de la liberación y la igualdad."
“Pero también ven claro que el estereotipo de la feminista clásica es un corsé que la mujer de los noventa no quiere aceptar. Así por ejemplo, las mismas componentes del CAE continúan: "Se debe acabar con el mito de la "feminista", en la medida en que esta palabra refleja la lucha en un núcleo exclusivo de marginación. Y puesto que, además, no existe la "mujer" genérica, como una categoría universal".”
“Incluso las mismas Guerrilla Girls reconocen el postfeminismo como una manifestación positiva a favor de la pluralidad y la diversidad. "Bueno -afirman-, si piensas en el postfeminismo como en un pluralismo, entonces quizás estemos en un momento postfeminista porque, en efecto, existen muchas maneras de percibirlo". Es cierto que los términos no son la cuestión que más debe importarnos. Pero el esfuerzo de una generación por describirse a sí misma, por mostrar las diferencias respecto a otra anterior, es un indicativo de que una época siente que se han producido importantes modificaciones en la conciencia del "estar" mujer en el mundo actual. Negarse a aceptar las nuevas circunstancias puede no ser más que un estúpido prejuicio. Avancemos en algunos puntos polémicos y, para mí, reveladores de los cambios.”
“Creo que las artistas, las teóricas, y en general las mujeres contemporáneas, han elegido un camino en el que no se trata de invertir los roles, sino de reivindicar su capacidad de elección. Las artistas están actuando desmitificando, desajustando los valores establecidos para los géneros. Están haciendo herencia y memoria futura de su propia experiencia -construcción performativa de la "norma" diría Judith Butler- para disfrutar de la palabra por derecho propio, para dar rienda suelta a su propio placer.”
III
En esta parte III, que sigue siendo una conversación, se dilucidan algunas conclusiones.
Ale, he vuelto a leer el artículo que me pasaste y el último párrafo, me ha dejado un leve sabor de tristeza.
“La experimentación que podamos hacer desde la teoría y la práctica feminista sobre las transformaciones del género iluminará nuevas formas de estar en el mundo. Pero al final, será siempre una decisión nuestra, íntima de cada uno de nosotros, respecto a nosotros mismos y respecto a los otros/otras. La lucha más encarnizada, más amarga, de deseos y renuncias, será silenciosa.”
Ese último párrafo es la libertad. A eso me refería cuando te hablaba de los “ismos”. Es lo que pasa ahora con todos ellos, no solo con el feminismo.
Sí, sí, entiendo. Al mismo tiempo, el texto reafirma el feminismo y trata de eliminar, cambiar o aclarar el concepto; tal vez renovarlo.
Sí, es eso. El concepto hoy en día está en construcción, pienso yo. Intenta desafanarse de una carga ideológica que tuvo, por los hechos antes ocurridos.
Deconstrucción.. HAY QUE DESTRUIR TODO.
Es por eso, también, el conflicto con tantas mujeres que no quieren ser feministas.
Ale, muchas gracias por tu tiempo y por esta linda conversación, que creo, es solo el comienzo de una gran destrucción.
la entrevista completa aquí
Vaginario, ganador del II Premio nacional de escritores nóveles de la Cámara del libro y Petrobrás (2008); y Soy dios, ganador del Premio nacional de literatura Santa Cruz de la Sierra en la categoría de poesía (2011).
la entrevista completa aquí
Paola R. Senseve Tejada nació en marzo de 1987 en Cochabamba, Bolivia. Vive en Santa Cruz de la Sierra hace más de 20 años. Es egresada de la carrera de Psicología en la UPSA. Tiene dos libros publicados:
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