Dirigido por: Floria Gonzalez Arte de Alejandra Alarcon y editado por Guillermo Llamas, vestuario y maquillaje Karina Preciado:
viernes, 15 de marzo de 2013
miércoles, 6 de marzo de 2013
KADABRA en Buenos Aires Argentina
A - B - R - A - K- A - D - A - B - R - A
A - B - R - A - K- A - D - A - B - R
A - B - R - A - K - A - D - A - B
A - B - R - A - K - A - D - A
A - B - R - A - K - A - D
A - B - R - A - K - A
A - B - R - A - K
A - B - R - A
A - B - R
A - B
A
Antiguamente se creía que la encantación abracadabra inscripta en un amuleto o piedra triangular
funcionaba como protección a todo aquel que ingresaba en el bosque en la caza de lo
desconocido. Para los arameos, curaba el infortunio y protegía de malaria.
En la tradición oriental una Chintamani o gema perfecta, era metáfora de las enseñanzas y virtudes
de Buda. Quien la encontrara sería dueño de cualquier deseo que profesara. Una piedra mágica
que curaba todos los males.
Entre medio de lo vivo y verde, y lo negro y espeso del bosque, hay relatos que creemos conocer,
pero quizás no tal y como ocurrieron. Quizás sea nuestra propia imaginación la que los vuelve
vivos y es ese pequeño umbral de ilusión el que nos genera los miedos y temores a lo
desconocido de este refugio de criaturas que en lo frondoso y oscuro, devienen misterios.
Alejandra Alarcón, Nahuel Borges, Alejo Fernández, Guillermina Gómez, Sofía López Mañan y
Nicolai Sommerfelt eligen narraciones atravesadas de magia y secretos de las tierras de Bolivia,
Noruega, Tíbet, nuestros Mapuches, Perrault, los hermanos Grimm, Christian Andersen y nos
permiten, en un mínimo temblor, ser parte de ellas.
Estos seis artistas se vuelven lobo, foresta, y alquimia perfecta, en el medio de un contexto donde
lo que nos rodea, nos succiona y aleja de nuestros propios sueños y deseos. Ellos deciden invocar
un último conjuro, un Kadabra, que nos permita limpiar de asperezas las superficies y absorvernos
en las historias que nos han formado generación tras generación, reinterpretándolas con sus
propios imaginarios.
Askeladden, el que sopla las cenizas, la Caperucita que se vuelve peluda y vencedora, un domo
Chintamani, o el taxidermista de ciervos, habitan estas historias que con el paso del tiempo se van
modificando hasta convertirse en el final de un viaje y el comienzo de otro. Retratos de leyendas
donde algo se perderá y dará lugar a otra forma en un eterno uroboro.
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